Compartiendo Roma III.

En los viajes además de mirar monumentos, museos y tiendas hay dos cosas que también son muy importantes para mí: el hotel, siempre intentamos reservar uno que sea decente porque soy bastante escrupulosa y maniática, y la gastronomía del país que visito. Me encanta probar cosas nuevas pero sabiendo lo que pido claro, no me gusta la carne, solo pollo ;p Este año como el anterior tratándose de Italia no he tenido ningún problema ya que me encanta la pasta!!!!!
El primer día, nada más llegar y dejar las maletas en el hotel nos fuimos derechitos a comer, el horario europeo al cual no pertenecemos ni por asomo es comer a partir de las doce y media/una, así que dicho y hecho. Leyendo la guía encontramos esta Fiaschetteria de nombre Beltramme donde supimos de que iba este local. Trata de compartir mesa con el resto de la gente, ya sean turistas, como vecinos del barrio, abundaban más estos últimos. Es como una tradición que perdura hasta hoy y en la entrada hay una plaquita de ello.

El ambiente del local es como muy bohemio y se come de maravilla. Dos veces que fuí y dos veces me pedí penne con berenjenas, picaba bastante pero estaban riquísimos. Lo mejor de todo la panna cotta que servían. Es como un flan de crema de leche con un poco de sabor a vainilla y siempre acompañada de caramelo, chocolate o frutos del bosque. Creo que probé todos los gustos :)
Ya que estamos con lo dulce otro pecadito, los helados!!!!! Justo al lado del hotel tenía una mega pastelería, heladería y restaurante (porque lo tenían todo) y cada tarde a eso de las ocho como a quién le toca la pastillita a mí me tocaba el heladito. Que buenos heladeros son los italianos!!!!! La heladería se llamaba VANNI un poco pija pero a mí ya me estaba bien ;p
Otro lugar para picotear un rato y cerca del hotel era el Gran Caffè Mazzini. Situado en un edificio muy bonito era también una mezcla de restaurante/pastelería.
Tanto tenían verduras, como ensaladas, pasta y pastelería.
Pedías una bebida y algo para picar y te traían de todo un poco: Pizza de jamón serrano, tortilla de diferentes lechugas, pastitas de queso, pan frito con sal y unas tostaditas de tomate con queso gratinado.Solo pagabas la bebida. Supongo que en algunos sitios es habitual, aquí en mi pueblo ni de coña.
Hablando de picoteos aquí otro aunque este no era a las ocho de la tarde como el anterior, sino a las 12 del mediodía y aquí una inocente se pidió una piña colada como si fuera un zumito de naranja. Solo sé que al levantarme de la silla un poco más y me dejo los dientecitos en el suelo de aquella plaza, lo que sí es que me reí mucho conmigo misma ;)
Ulisse, Ristorante-Pizzeria, cucina romana. Otro restaurante para recordar, era de barrio, nada turista porque también estaba cerca del hotel y era una zona bastante tranquila. Aquí spaghetti con marisco.......
.....y aquí cacio e pepe o lo que es lo mismo, spaghetti con queso pecorino y pimienta. Plato típico romano y muy rico.
Baia Chia, un restaurante sardo, cocina de Cerdeña situado cerca de la estación de Termini. Por fuera un poco cutre pero al entrar te llevabas una sorpresa de lo elegantón que era, también un poco carito pero un día es un día, además la comida era buena y abundante. Aquí macarrones con salmón.......
Aquí fragola sarda, una especie de pasta caldosa con almejas y mejillones ....... Y de segundo una base de lenguaditos con patatas gratinadas por encima...... Todo ríquisimo, incluso el pan de diferentes tipos. Ese día no pudimos con el postre :( Me llevé un buen recuerdo de ese sitio, su música, los camareros y una señora mayor que al oirnos hablar con el encargado (nos estaba comentando que en Cerdeña hay una zona donde hablan catalán) nos preguntó de donde éramos y al decirle de Barcelona nos contó que estaba enamorada de esa ciudad, cada vez que iba visitaba el museo Picasso, que había trabajado durante muchos años para Pronovias y que se conocía Barcelona mejor que su ciudad, Roma. Al menos por un día hay que comer pizza y lo hicimos en Rossopomodoro, pizzeria napolitana y que ya conocíamos del verano pasado en Bologna. Es una cadena pero para nada de comida artificial, todo está muy bueno ya que no solo hacen pizzas y en la carta hay platos del slow food.
Aquí un antipasti con la tradicional bruschetta en el centro (pan tostado con ajo, aceite de oliva, sal y tomate).
Mi pizza!!!!! Diferentes quesos, trocitos de tomate y salsa pesto. A penas se nota la masa de lo finita que es.
De postre.........un cafetino. Una especie de flan pero de café con crema y chocolate rallado.
Settembrini, vino e cucina. Aquí cenamos la última noche, oooooh!!!!! También cerca del hotel. Era un poco fino y fashion a la vez. Los propietarios eran dos señores que me recordaban a los diseñadores de Desquared2. Para variar todo muy bueno.
La decoración era más chula en directo de lo que se ve en las fotos y de fondo música jazz.
Aquí fettuccella con totanetti, o sea cintas con calamarcitos o pulpitos y una salsa muy suave.......
El postre!!!!! Tortina di pere. Un bizcochito de mandarina con pera confitada en el centro, helado de vainilla y salsa de frambuesas. Lo se, una delicia.
Hubo algún que otro restaurante más pero que depende del momento no saqué la cámara. Es el caso de uno en la zona de Trastevere donde habían dos curas y antes de empezar a comer estuvieron rezando, o Felice donde llegamos un poco tarde y no era cuestión de entretenerme con la cámara. Todos muy buenos, menos un día que nos quedamos en zona de turismo, al lado del panteón y comimos de pena. Hay que huír del turismo.
Por cierto, no he mencionado el café italiano y debo decir que lo echo de menos.